Relación entre mortalidad y valores de BIS bajos en pacientes intervenidos con enfermedades malignas coexistentes

Este artí­culo ha dado lugar a intensos debates entre la comunidad médica. Algunos anestesiólogos observaron una relación causal entre la «sobredosis» de anestésicos y la muerte basado en los efectos inmunosupresores de estos fármacos. Otros han señalado, con acierto, que el estudio fue retrospectivo y que una asociación estadí­stica no era en absoluto causal.

El anestesiólogo del futuro, ¿ciencia o ficción?

Estamos asistiendo a una imparable revolución tecnológica dentro de la medicina. Los quirófanos cada vez más «inteligentes», cirugí­a robótica, sistemas closed loop system y ahora nuevos métodos de monitorización de los pacientes.
Los cascos de realidad virtual, conocidos también como HMD ( dispositivos montados en la cabeza) permiten superponer los signos vitales del paciente sobre el campo de visión del anestesiólogo sin que importe la ubicación del monitor.

Monitorización de la función cerebral en la Unidad de Cuidados Crí­ticos

Excelente presentación de la Dra Eva Mateo, anestesióloga del Servicio de Anestesia del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia.
Destaca la importancia del diagnóstico precoz de alteración neurológica en la Unidad de Cuidados Crí­ticos (UCC) y el papel que ejerce el BIS en la monitorización cerebral, tanto por su importancia como por sus limitaciones.
Revisa aspectos muy interesantes del BIS en el TCE, en la muerte cerebral, tras la recuperación de un paro cardio-respiratorio o en el registro de crisis epilépticas.

Asma y actitud anestésica

El plan anestésico debe establecerse en función de la seguridad del paciente, el procedimiento quirúrgico, la valoración clí­nica y la experiencia del anestesiólogo. En realidad no hay una evidencia definitiva sobre la superioridad de una técnica anestésica frente a otra. Parece lógico evitar en lo posible, una manipulación directa sobre la ví­a aérea, pero por otra parte, la ansiedad o el dolor durante un bloqueo periférico o neuroaxial pueden ser suficientes para precipitar un ataque de broncoespasmo.