Piloto automático
¿No os ha pasado que salís de vuestra casa conduciendo y de repente os encontráis en el trabajo, sin recordar el recorrido entre ambos puntos en absoluto? A mí, por lo menos, eso me ocurre con relativa frecuencia.
¿No os ha pasado que salís de vuestra casa conduciendo y de repente os encontráis en el trabajo, sin recordar el recorrido entre ambos puntos en absoluto? A mí, por lo menos, eso me ocurre con relativa frecuencia.
Uno de los fenotipos clásicos de todo servicio de Anestesia que se precie es el Dr. Cuandoyoeraresidente. El Dr. Cuandoyoeraresidente es un señor de unos sesenta años, que ha dejado de hacer guardias hace la torta pero que sabe a ciencia cierta y con total evidencia científica que las guardias ““cuando él era residente““ eran mucho peores que ahora.
Un servicio de Anestesia (o de cualquier especialidad, ya que estamos) es como un árbol. Tiene sus raíces bien plantadas en la tierra. A veces, esas raíces son añosas, llenas de nudos que cuentan las dificultades por las que ha pasado el árbol para crecer, pero lo sostienen contra viento y marea. En ocasiones, pasan incluso por encima del asfalto para seguir creciendo.
Cuando encuentres esta carta, yo ya estaré dentro del quirófano, dormida. Puede que para no despertar más. No has querido que me despidiera de ti“ ¡Qué da mala suerte!“